¿Os habéis dado cuenta? Todo comenzó con el Código Da Vinci, ahora su secuela Ángeles y demonios sataniza las salas y dentro de poco se adezará con Ágora (la última película de Alejandro Amenávar – que por si alguien lo duda es mi director español favorito). Películas que han generado, están generando y apuesto que generarán una considerable venta de entradas, pero que hablan desfavorablemente en contra del cristianismo.
C´est le mode. No sabemos porque. Hace cinco años triunfaban los superhéroes (Electra, X- Men, Superman, las tres entregas de Spiderman), antes de eso hubo un ciclo de musicales (Chicago, Moulain Rouge). Quizá como dice Ángel no podamos hablar de un cine cíclico como la economía, pero sí temático. Cuando un tema escala a la cima, es el único capaz de vender. Esta semana labutacaempresarial pasó por el cine, con la impunidad de no saber que film elegir, acabé viendo el viernes el taquillazo infantil de Hanna Montana, bastante asequible, aderezado con música pop…siguiendo la moda Disney de High School Musical, y sobre todo el cántico de media sala de adolescentes que parecían estar en un concierto. El día siguiente: La sombra del poder, un thriller bastante previsible, que me dejo frita antes de los cast. Lo siento, se sabe quien es el asesino desde el tercer frame…
Así que ahora mismo para triunfar hace falta hablar de religión. ¿Por qué? Durante la época de crisis la gente se aferra más a sus creencias, es un dato estadístico, el número de personas que acuden a la iglesia o demuestra públicamente su fe es mayor en estos tiempos…Por eso ahora está de moda hablar de eso de la religión y se hacen pelís del tema. Hay que vender hasta el crucifijo que estamos en época de crisis…
Mientras me quedo con una frase de cine de Pactar con el diablo: «Te dire algo sobre Dios: es el peor casero del mundo».
Al Pacino (Pactar con el diablo)