El papel del distribuidor en el cine ¿qué papel desempeña esta pieza del engranaje cinematográfico?
A continuación, podeís ver un rápido (y tanto) sondeo por la Facultad de Comunicación sobre la noción de distribuidora que puede tener la gente que tiene una relación estrictamente formal con el cine. No hay que decir que no tiene ningún valor estadístico (donde va a parar…).
Teniendo también al fallecido productor y profesor Antonio Cuevas como referencia, voy a dar una definición de distribución: es la actividad mediadora entre producción y consumo, y hace la función de comerciante intermediario. Primero, recibe las obras por parte del productor (manteniendo una relación parecida al de explotador de una idea e inventor de la misma) y las lleva a los exhibidores, es decir, a las salas de nuestros cines. De esta forma, el distribuidor sitúa la película al alcance del espectador, lista para ser «consumida».
Para ser más concretos, según la Directiva de 15 de octubre de 1968 de la CEE, «son consideradas como actividades de distribución y de alquiler de films todas las que comportan la disposición de derechos de explotación económica de un film respecto a su difusión comercial en un mercado determinado, y la cesión, con carácter temporal, de los derechos de representación pública a todos los que organizan tales representaciones».
Vayamos al grano… el distribuidor. Este papel comporta disciplinas tan diversas como la publicidad, el estudio de mercado, la venta, la administración, la gestión… Cuando el distribuidor está inmerso en empresas no muy grandes, éstas están casi siempre marcadas por la personalidad del distribuidor-director. Es éste el que selecciona los films a distribuir, tomando riesgos importantes. La formación, los orígenes, la cultura, etc., así como los éxitos y fracasos cosechados anteriormente, marcan las opciones que este personaje tiene que escoger.
El ejercicio de la distribución, comporta departamentos de publicidad, comercial, programación, contabilidad y almacén, conservación y reparto de copias. Por ello, no todas las distribuidoras tienen el poderío económico para poner todas estas áreas en funcionamiento, por lo que pueden recurrir a servicios externos, a subcontratas.
Por mucho que cambie el cine (que ha cambiado mucho de 20 años para acá), algo siempre será igual: una película sigue un proceso de elaboración, negociación, ejecución y ajuste (éste último en unidades de semana: semana de distribución, de exhibición, de programación, etc.).
Os dejo por aquí el link que os llevará a la web de una de las productoras más importantes, con más de 600 films distribuidos desde 1980. Fue la distribuidora de los éxitos El silencio de los corderos o La vida es bella.